domingo, 29 de mayo de 2011

MORFOLOGÍA DEL ESTUDIANTE DE INGLÉS



Tras la lectura del primer capítulo “un problema vital” del libro de Marchesi (¿Qué será de nosotros los malos alumnos? Podemos reflexionar sobre algunos perfiles de “malos estudiantes”. En su primer capítulo Marchesi nos habla del conflicto existente entre la exigencia social frente a las necesidades del alumnado. Cada vez hay más fracaso escolar, un 25% de alumnos no termina la educación obligatoria y se produce un efecto de exclusión escolar para los peores alumnos que afectará a su futuro laboral y a su calidad de vida. Esta situación de fracaso escolar la atribuye no sólo a una causa sino a la interacción de varios factores a la escuela, a la familia, a la sociedad, la situación socioeconómica, etc.
Hay que tener en cuenta, que el término de “mal alumno” depende sobre todo de los objetivos que se atribuyan a la institución educativa y de las exigencias de la sociedad.
Marchesi expone que hay distintos factores para determinar el fracaso escolar y que si se detectasen las claves de ese fracaso con acierto también se podrían establecer las estrategias más adecuadas que ayudasen a resolverlo.


EL INFELIZ

El perfil sobre el que vamos a reflexionar a continuación es el del alumno infeliz, el ejemplo que mostramos a continuación es el de un perito mercantil de una empresa constructora. Tiene 53 años se llama Crescencio, siempre ha cumplido eficientemente con su trabajo, es más, es entrañable: siempre está dispuesto a colaborar y tiene buen trato con los demás.  Su jefe se ha jubilado y el nuevo jefe de la empresa insiste en que todos sus subordinados aprendan inglés.
Crescencio sólo habla Castellano, sus primeros contactos con el inglés son frustrantes para él y para todos sus compañeros, pero con la peculiaridad de que él con el tiempo va siendo un lastre para el grupo  porque ya que no aprende tan rápido como los demás este idioma.
No tiene una motivación interna para aprenderlo, es más no entiende por qué debe aprender inglés ahora si toda la vida ha hecho bien su trabajo. Se siente cada vez más frustrado, lo que hace que aprender inglés para él sea una tortura.
De todos modos, lo intenta, persevera, pero aprende más lento que el grupo, lo cual le frustra.


En este ejemplo se puede observar cómo hay un conflicto entre las exigencias sociales frente a las necesidades del alumno. Las clases son comunes y homogéneas para todos, pero nuestro alumno no aprende al mismo ritmo que todos. Aún así, el profesor, perplejo, no entiende por qué les cuesta tanto a sus alumnos aprender un poco de inglés (el tiene varios idiomas). Observamos que el profesor en este caso no es alguien que se preocupa por conocer las fortalezas y debilidades del alumno, en reciclarse en la forma de impartir clases si es necesario, sólo se preocupa por cumplir el programa de forma homogénea para todos.
Las clases no son justas para Crescencio, él tiene unas necesidades de aprendizaje diferentes, es más,  no está muy motivado a aprender inglés, no lo ve necesario ni interesante.
No obstante, el profesor enseña igual para todos porque tiene que cumplir una norma común y llegar a un objetivo común.

Para el docente también debe resultar frustrante que sus alumnos sean tan lentos en aprender este idioma, y en especial Crescencio. Pero no atiende su caso, con el resultado de que este alumno cada vez está más descontento y desmotivado para aprender, al mismo tiempo que lo ve como algo molesto y ajeno a su trabajo habitual.

Según el texto Crescencio es el perfil del estudiante infeliz: al que le imponen un objeto de estudio sin entender qué tiene que ver eso con él, que a pesar de todo intenta aprender, pero que lo hace a un ritmo más lento que los demás, lo que acaba por minar su autoestima.

¿Qué solución tiene esto?

Aquí se plantea un dilema, se puede atender a las necesidades del alumno, motivarle de forma individual, hacer que su aprendizaje sea significativo, y establecer unos objetivos personales, pero esto podría entrar en conflicto con la norma común que a pesar de no ser justa para los alumnos atiende a la exigencia social.

La integración de ambas demandas podría generar una tensión permanente.
Pero lo cierto es que para Crecencio lo ideal sería que el profesor se adaptara a él y no le forzara a un objetivo común con un ritmo impuesto desde fuera, que este alumno no puede seguir. Crescencio acabaría aprendiendo inglés si se sintiera feliz haciéndolo, pero eso no es asunto del profesor de este caso, porque él tiene que atender exclusivamente a una norma común.
Crescencio tiene puntos débiles: falta de motivación personal y desconfianza hacia algo nuevo. Pero también puntos fuertes: es comunicador con los demás, es trabajador y en el caso del aprendizaje del inglés se esfuerza por seguir el ritmo de la clase.
Un buen docente tiene que conocer los puntos débiles y los puntos fuertes del alumno, así sabrá como encauzar adecuadamente el proceso de enseñanza-aprendizaje.

La finalidad del aprendizaje del inglés en la empresa se entiende como un fin de eficiencia social: responder a las demandas sociales y conectar la oferta educativa con la economía. Pero se defería enfocar también a una finalidad de carácter evolutivo: desarrollar el potencial de cada alumno, impulsar su creatividad y motivación, en definitiva tener en cuenta al alumno como protagonista.
La solución no es apartar al infeliz de la clase, sino en que el profesor adapte su manera de enseñar para que sea efectiva ante este caso.
En todas las escuelas hay alumnos que no siguen el “ritmo de la clase” por diversas circunstancias, por tanto el docente tiene que ser consciente de ello y no observar la diversidad como algo molesto. Debería ayudar al alumno infeliz motivándole de forma que no vea el aprendizaje como algo impuesto simplemente, sino como algo significativo, que le va a ser útil y le va a aportar cosas.
Por otra parte, el perfil del alumno infeliz persevera en su intento de aprender pero no lo consigue al ritmo que los demás, por lo que el docente es el que debe adaptarse a él y aprovechar esa gran cualidad de este tipo de alumno que es la voluntad y la perseverancia, porque conseguirá los objetivos comunes aunque le lleve más tiempo o dedicación que los demás. Sobre todo lo que el docente debe hacer es motivarle, sería bueno que utilizara a profesores nativos que tuvieran conversaciones con los alumnos y que establecieran diálogos de situaciones reales por ejemplo ya que el utilizar recursos variados es fundamental para evitar el aburrimiento y fomentar la motivación.
Todos los alumnos tienen fortalezas y debilidades, el docente tiene que ser consciente de ellas y actuar en consecuencia para ser un buen guía en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

1 comentario:

  1. El objetivo de esta actividad era que reflexionarais sobre la importancia de que a veces se presentan ciertos conflictos entre las exigencias sociales, las necesidades del alumno y las presuposiciones del docente. Cada alumno posee diferentes ritmos de aprendizaje y es importante adaptarse a el, creo que en este caso habéis sabido comprenderlo a la perfección.
    Saludos
    SARA

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